martes, 13 de octubre de 2015

A   LA   FERIA   DE  TREINTA  Y   OCHO  (38)

Las cinco de la madrugada
Y ya se escucha
El ronroneo pausado
De los feriantes...

Las seis en el domingo
Que se despereza tarde
Y se deslizan
Los micros y los taxis

Las siete y una neblina espesa
Que no detiene
El ir y venir constante
De los jubilados, solitarios.

Avanza la mañana
Y el domingo
Y los autos...
Y los carros...

Las mujeres con sus bolsas

Los niños, los ancianos..
Un recorrer incesante
Los puestos
Un hacer colas
Interminables...

Un mirar y mirar
Sin detenerse demasiado.

Y los loros...
Y los conejos...

Y las gallinas mansas...

Todo intentando

 

Llamar la atención
De compra de los mayores
O el asombro
De los pibes del barrio...



Es un desfile
Permanente
Frente a los palcos:
De pescado,
De fruta,
De verdura
De quesos o fiambres...



Un entrechocar de bolsos
Pisotones
O codazos...

Un adquirir mercadería
Para toda la semana...




Son las doce...
La una de la tarde...
Y las nubes
Se disipan...
Han levantado
Sus kioscos los feriantes
Han partido...


Tan sólo han quedado:
El aire impregnado
De perfume de flores
De olor a verdura
Restos de pescado
Cáscaras de bananas
Que los niños
Se han comido...

La calle treinta y ocho
Ha recobrado la calma...

El micro sesenta y uno
Ya circula
Como todos los días...

Y la gente

En torno de la mesa dominguera
Se ha reunido...








Esta obra, cuya composición, diagramación, armado y películas se realizaron en Ramos Americana Editora, calle 49 Nº 707, de la ciudad de La Plata, se terminó de imprimir en los talleres gráficos Indugraf, de la calle 16 entre 50 y 51, en el mes de octubre de 1981.









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